España, perdiste

Género: Humor
Publicado en: 2007
Sinopsis: Después de la crisis económica del año 2000, una nueva camada de argentinos desembarca en España. Son muchos, están muertos de hambre, son profesionales de clase media y tienen un afán secreto: corroer la cultura ibérica hasta desestabilizarla.
Sus objetivos a corto plazo son contaminar la gastronomía peninsular, seducir a la mujer española, ocupar puestos directivos, posicionar a sus artistas, imponer sobremesas filosóficas, masificar el consumo de dulce de leche, obligar a los forofos del fútbol a entonar canciones con argumento, educar al carnicero en el corte paralelo al nervio, dar protagonismo a sus actores en las teleseries y, sobre todo, minar las guarderías españolas introduciendo niños con apellidos acabados en la letra i.
España, perdiste es la verdadera historia de la mayor plaga que está asolando la península, los argentinos.

Opinión:
Hace un día que terminé de leer «España perdiste» y aun no tengo muy claro de qué va el libro, y mucho menos, a quién va dirigido.

Si hacemos caso de las reseñas “oficiales” que se pueden encontrar en la red, estamos ante «Una mirada incisiva, nostálgica y desopilante de la convivencia que argentinos y españoles desarrollan en la península».

El comienzo del libro es bastante bueno ya que se trata de un análisis, en tono humorístico, sobre cómo los argentinos se están haciendo con el control de España sin que los españoles nos demos cuenta. Hernán Cascari nos revela que se trata de un plan urdido hace años, cual versión actualizada de “Los protocolos de los sabios de Sión”, y en el que personajes como Andrés Calamaro, Daniela Cardone y King África han jugado papeles decisivos.

Pero no todo ha sido un camino de rosas ya que Cascari reconoce que hubo un momento en el que estuvieron a punto de tirar la toalla, como cuando se reunieron todos los argentinos de España para hacer frente a un grave problema de Salud Pública, la ausencia de dulce de leche en la dieta española. En esa reunión clandestina se decidió resistir un poco más de tiempo antes de claudicar definitivamente. Poco tiempo después «La Lechera» sacó al mercado su dulce de leche. En ese preciso momento los argentinos lo supieron, aunque quedaban muchas batallas que luchar y que probablemente perderían alguna que otra, la guerra estaba ganada.

Lamentablemente la mayoría de los relatos-monólogos-reflexiones restantes no alcanzan el nivel del primero, y eso que el primero no es ninguna obra maestra (como ya he mencionado antes, simplemente es “bastante bueno”).

Además la temática se vuelve dispersa, alternando los capítulos dedicados a contar los problemas de adaptación de los argentinos a vivir fuera de argentina con fragmentos en los que vuelve a incidir en su plan de conquista, y sobreabundando los capítulos dedicados a regodearse en su propia sensación de nostalgia.

Salvo contadas excepciones, es un libro que me ha dejado más bien apático. Quizá si fuese argentino en vez de español lo hubiese disfrutado más ya que claramente es un libro escrito por un argentino y pensado para argentinos, al que se le han añadido algunos capítulos pensados para gustar al público español y así ganar lectores aquí.

Cuanto más avanzaba en el libro más me daba cuenta de que, en el fondo, no es más que una nueva versión de "Vente a Alemania, Pepe" pero con acento porteño.

Si he de ser sincero, es un libro que me ha decepcionado, aunque en parte puede que se deba a lo bien que me habían hablado del autor. Probablemente vuelva a probar suerte con otro libro suyo, «El pibe que arruinaba las fotos», pero eso será muy probablemente dentro de bastante tiempo.

Valoración: Me esperaba más. Dos estrellas.

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3 Comentarios

  1. Decir que los argentinos somos la mayor plaga que esta invadiendo España es de una total falta de respeto, es racista y discriminatorio, además. La critica al libro la puedo entender, sos critico y muy resentido por lo leo. Pero comentarios xenofobos están fuera de lugar. Un verdadero maleducado.

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  2. Por lo que puedo ver, no te has leído el libro antes de escribir este comentario. Te recomiendo que lo leas; igual tú consigues apreciar su sentido del humor mejor que yo.

    Digo que creo que no te has leído el libro porque si lo hubieses hecho sabrías que quien llama a los argentinos "la peor mayor plaga que está asolando la península" es el autor de la novela, yo me he limitado a copiar sus palabras.
    Si yo, un pobre español "crítico" y "muy resentido" soy capaz de entender que Hernán Casciari (nacido en Mercedes, Argentina) emplea esas palabras con una finalidad humorística, doy por sentado que tú, argentino de pro, también eres capaz de entender a tu paisano.

    Una vez descartado que lo tuyo sea un problema de falta de entendederas, me pregunto si tus palabras se deberan a algo personal. Y puesto que tú y yo no nos conocemos, el problema debes tenerlo con el bueno de Hernán. Te agradecería que tus problemas con el señor Casciari los resolvieses directamente con él. No obstante, me cuesta entender que un argentino –porque doy por sentado que eres argentino– llame racista, discriminatorio y xenófobo a otro argentino por el mero hecho de escribir sobre argentinos.

    Una vez aclarado esto me siguen quedando unas cuantas dudas (hay que ver para cuánto dan cuarenta y nueve palabras, tres comas, cuatro puntos y ningún acento).

    La primera de ellas es ¿por qué el que no me haya gustado un libro escrito por un argentino me convierte en alguien muy resentido con los argentinos?. Siguiendo ese mismo razonamiento, también debería estar muy resentido con los chilenos, mexicanos, estadounidenses, canadienses, suecos, alemanes, franceses, italianos, británicos, griegos, rusos, chinos, japoneses y, sobre todo, con los españoles (y eso sin detenerme a pensar mucho).

    La segunda duda que me asalta es por qué no te has identificado y dices lo que dices amparándote en el escudo del anonimato. Si tienes la desvergüenza de llamarme racista, discriminador, resentido, xenófobo y maleducado, lo minimo que puedes hacer es dar la cara y firmar lo que dices.
    Por norma general suelo borrar la mayoría de comentarios "anónimos" pero este me apetecía contestarlo.

    Dudo que vuelvas a pasarte por aquí para leer mi respuesta, ya que parece que eres de los que tira la piedra y esconde la mano, pero aun así no pierdo la esperanza.

    Un saludo.

    P.S. Agradecería que si algún otro argentino lee esta reseña me dijese si realmente mis palabras le han parecido racistas, resentidas y xenófobas. Gracias.

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  3. El anonimo de arriba es un inculto. Se pone como victima, defendiendose de una ofensa que no recibio. Interpretò la frase humoristica al primer grado. Usted le respondio demasiado bien. Lo siento por mi ortografia, hablo frances. Sandra.

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