Defender a Jacob

Autor: William Landay
Género: Thriller
Publicado en: 2012
Título original: Defending Jacob
Sinopsis: Cuando descubren el cadáver de Ben Rifkin, de tan sólo catorce años, en medio del bosque con tres puñaladas en el pecho, la paradisíaca comunidad de Newton pierde la inocencia de golpe. El ayudante del fiscal del distrito, Andy Barber, se hace cargo de un caso que se convierte en prioritario. Sin embargo, cuando su hijo Jacob, compañero de clase de Ben, es acusado del crimen, Andy no sólo perderá su trabajo, sino que verá cómo el mundo que tanto esfuerzo le ha costado construir empieza a tambalearse. Apremiado por una creciente ansiedad y convencido de que su hijo ha sido injustamente acusado, buceará en Facebook, interrogará a los compañeros de clase del chico, se enfrentará a su esposa Laurie y al infierno de sus orígenes y hará lo imposible para hallar un culpable que permita devolverle la inocencia a Jacob y la paz a su vida.

Opinión:
«Defender a Jacob» está catalogado como thriller judicial, es decir, una historia protagonizada por abogados, jueces o ciudadanos que se enfrentan a procesos judiciales pero que además tiene las características de un thriller, un ritmo rápido y una gran dosis de suspense; los que hayáis leído algo de John Grisham sabéis a lo que me refiero y los que no lo hayáis hecho (ya tardáis en hacerlo) podéis pensar en algunas de las películas que han hecho de sus libros, como «La tapadera» o «El cliente».

Newton es una encantadora zona residencial donde nunca pasa nada y es justamente por eso por lo que la mayoría de sus vecinos son familias de clase media-alta que se han instalado allí buscando un «buen sitio para criar a los niños». A sus habitantes les gusta definirla como «Una comunidad de familias, una familia de comunidades».
Todo eso se derrumbará una fría mañana de abril cuando aparece el cadáver de Ben Rifkin, uno de los adolescentes de esa idílica comunidad.

Un poco más tarde lo que se derrumbará será la apacible existencia de la familia Barber, cuando el hijo mayor, Jacob, sea acusado del asesinato de su compañero de clase. Todos los habitantes de Newton están convencidos de su culpabilidad; la familia Barber ya no tiene amigos, ni siquiera conocidos, y allá donde vaya solo recibe señales de desprecio, cuando no de abierta hostilidad, de los que hasta hace poco eran sus encantadores vecinos.
Sin ayuda de nadie, los padres de Jacob no dudarán en enfrentarse a todo para defender a capa y espada la inocencia de su hijo.

Hasta este punto la historia no difiere mucho de las que nos podemos encontrar en la tele un domingo después de comer; un joven acusado injustamente de un crimen atroz, todas las pruebas parecen inculparle, pero sus padres deciden investigar por su cuenta con el fin de demostrar la verdad que no es otra que la inocencia de su hijo.

Pero «Defender a Jacob» no tiene nada de telefilm de domingo por la tarde. William Landay nos presenta una historia en la que, a lo mejor, las pruebas no están mal interpretadas y en la que la inocencia de Jacob no esté tan clara como al principio parece.
En este momento de la historia es cuando emerge la figura del padre de Jacob, Andy, y cuando se plantea un giro argumental verdaderamente interesante, todos los esfuerzos del señor Barber se centrarán no en demostrar la inocencia de su hijo -eso sería lo habitual en un libro del género- sino en conseguir como sea un veredicto de no culpabilidad para Jacob, y no porque quiera tanto a su hijo que no quiere que acabe en la cárcel aunque sea culpable, sino porque está tan convencido de que su hijo no ha podido cometer el asesinato que si las pruebas indican lo contrario es porque las pruebas se equivocan (en el sistema jurídico estadounidense existen tres veredictos: inocente cuando las pruebas demuestran que el acusado no ha cometido el delito del que se le acusa, culpable cuando las pruebas demuestran que el acusado ha cometido el delito del que se le acusa y no culpable cuando las pruebas no pueden demostrar que el acusado haya cometido el delito del que se le acusa; en la práctica se dan muy pocos veredictos de inocencia).

Para conseguirlo Andy empleará todos sus conocimientos sobre el funcionamiento de los tribunales, aspecto de la vida en la que no es precisamente manco ya que ha sido durante muchos años ayudante del fiscal del distrito y se conoce como la palma de su mano todos los claroscuros de la ley estadounidense.

«Defender a Jacob» comienza como un thriller judicial pero en realidad esconde una novela psicológica con toques de novela negra. Esta obra plantea varias de las preguntas que ningún padre quiere hacerse y mucho menos tener que contestar ¿hasta qué punto conocemos a nuestros hijos? y ¿cómo estamos seguros de que nuestros hijos son buenas personas?.

Todo eso el lo que nos cuenta William Landay mediante un estilo directo y sin florituras, mostrándonos con toda su crudeza los pensamientos de los verdaderos protagonistas de la novela, los padres de Jacob.
Mención a parte merecen los diálogos, duros a primera vista pero impregnados todos ellos de una honda tristeza; plagiando descaradamente algo que he leído en otra reseña, «Los diálogos son negros, si es que me explico. Son oscuros, profundos, tienen un poso amargo como el café rancio»

Si queréis saber el veredicto final y si éste se ajusta a lo que realmente sucedió solo tenéis que acercaros a vuestra librería preferida y conseguir este libro.


Valoración: Es uno de los mejores libros que he leído en lo que va de año. Cuatro estrellas.

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3 Comentarios

  1. Me he pasado por tu blog y le he echado un vistazo.

    He de reconocer que el manga me pilla ya un poco mayor (soy más viejo que Mazinguer Z)

    Un saludo y gracias por visitarme; vuelve siempre que quieras.

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  2. ¡Vaya! De la gran base de datos que tengo en casa, casualmente estuve echándole un vistazo a este hace unos días. La reseña me anima a pensar que mi juicio inicial sobre él no andaba muy desencaminado, así que lo pongo el siguiente de la lista.
    En cuanto acabe The Relic, que me está decepcionando -aburriendo- bastante pero quiero saber si he acertado o no en mis intuiciones.

    Un saludillo, crack.

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    1. Tomo nota sobre The Relic y lo paso de mi lista de «lecturas pendientes» a la de «tal vez algún día»

      Un saludo.

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