Apocalipsis Z - Los días oscuros



Autor: Manel Loureiro
Género: Terror (Zombis)
Serie: Segundo libro de la serie Apocalipsis Z
Publicado en: 2010
Sinopsis: Los supervivientes de Apocalipsis Z consiguen llegar a las islas Canarias, una de las últimas zonas a salvo de los No Muertos. Pero lo que allí encuentran es un estado militar enzarzado en una guerra civil, con una población hambrienta y sin apenas recursos para sobrevivir. Los altos mandos de Tenerife le piden al protagonista y a su inseparable compañero que junto a un equipo de soldados lleven a cabo una misión casi suicida: saquear el hospital La Paz de Madrid, uno de los primeros Puntos Seguros en caer, donde se almacenan toneladas de medicamentos, imprescindibles para los supervivientes. Deberán decir adiós a la seguridad de la isla y volver a un infierno inimaginable: un Madrid postapocalíptico, lleno de zombis agresivos que volverán a poner a prueba el coraje de los protagonistas.

Opinión:

Brote – Infestación – Colapso – Cazador solitario – Grupo organizado – Semilla– Retoño– Nueva civilización

Ahora os podréis estar preguntando ¿a santo de qué viene esa lista de términos?. Siempre según mi opinión, cualquier obra sobre zombis ,ya sea libro, película, cómic o serie, se puede ubicar en una o más de las categorías de la lista anterior.

CATEGORÍAS ZOMBI
  • Brote: Aparecen los primeros zombis, ya sea en un laboratorio civil, en una base militar secreta, en un lugar remoto de la tierra; fruto de un experimento, de un virus extraterrestre, o incluso de una maldición maya. El cómo y el por qué no son importantes; lo fundamental es que aparecen y empiezan a matar.
  • Infestación: Esos primeros zombis han vencido a esos primeros humanos y se expanden sin control. Ya no se enfrentan a un grupo de científicos, a agentes de seguridad privada o a aldeanos de un lugar perdido de Kenia o Indochina; ahora ya es el ejército el que les planta cara.
  • Colapso: Ni soldados, ni tanques, ni aviones ni ataques termonucleares estratégicos; nada ha podido contener a los zombis. Toda la civilización va cayendo por la sencilla razón de que las máquinas no pueden funcionar solas (ese es otro tipo de novela) y el cerebro de un zombi no da ni para cambiar una bombilla. Se interrumpen las trasmisiones de televisión y de radio, nos quedamos sin teléfono e internet, ya no hay suministro de agua, luz o gas; todo ello porque no queda nadie vivo que pueda seguir haciendo que las máquinas funcionen.
  • Cazador solitario: La civilización ha caído, pero existen supervivientes aislados. Da igual que sea una sola persona o un grupo numeroso, su único objetivo es buscar alimento, encontrar un lugar seguro donde descansar, huir de los zombis, encontrar a más supervivientes, en una palabra: sobrevivir.
  • Grupo organizado: La definición implica que debe haber un grupo, más o menos numeroso, en el que comienza a aparecer la especialización de tareas. En el seno del grupo aparecen exploradores, saqueadores, guerreros, artesanos y líderes.
  • Semilla: El grupo organizado, cansado de vagar de un lugar a otro detrás de esperanzas que nunca se materializan, decide asentarse y ser autosuficiente, obtener su propio alimento, dejar de depender de lo que pueden obtener en tiendas y supermercados abandonados, y tener un techo y no verse obligados a buscar refugio cada día.
  • Retoño: La semilla ha germinado; el grupo no solo es autosuficiente sino que tiene un refugio a salvo de zombis, ha desarrollado algo parecido a leyes y gobierno, y es perfectamente capaz de acoger a nuevos cazadores solitarios y grupos organizados, integrándolos en el seno de la nueva comunidad.
  • Nueva civilización: El retoño ha crecido, es numeroso y controla una zona de extensión razonable completamente a salvo de los zombis. En este momento surge el gran dilema, se quedan como están o inician La Reconquista.

Por ejemplo, en "Apocalipsis Z" nos saltamos las fases de brote –salvo las menciones a las noticias que aparecen en los medios de comunicación sobre el incidente de Daguestan– y la de infestación, centrándose la historia en la fase de colapso de la civilización y, sobre todo, en la de cazador solitario.

En su segunda parte, y segunda obra de Manel Loureiro, vemos que el “cazador solitario” se integra dentro de un retoño muy próximo a poder ser considerado ya como “nueva civilización”.

Nada más comenzar el libro ya podemos ver las diferencias con su predecesor: abandonamos el formato de diario personal y la narración en primera persona. Pero conforme vamos avanzando en la novela vemos que las diferencias van bastante más allá. Manel Loureiro ha ido adquiriendo experiencia como escritor y dispone ya de más recursos literarios, algo que se nota desde las primeras páginas.

No obstante, todo lo que “Los días oscuros” ha ganado en estilo lo ha perdido en frescura y originalidad. “Apocalipsis Z” me parecía mucho más espontánea; escrita sobre la marcha, menos meditada (el blog de mundocadaver da fe de ello) y con múltiples fallos propios de escritor novel, no obstante me dejó una mejor sensación, como si Manel hubiese escrito “Apocalipsis Z” porque quisiera y “Los días oscuros” porque debiera (ya sé que es un atrevimiento por mi parte, puesto que no estoy dentro de la cabeza de Manel Loureiro, pero es que la primera parte me pareció mucho más pasional y la segunda más cerebral, encaminada claramente a que haya una tercera novela).

Las escenas de acción siguen siendo soberbias, ahí se luce Manel Loureiro, imprimiendo un ritmo trepidante y angustioso por momentos. Nuestros protagonistas son puestos en situaciones tan peliagudas una y otra vez que al final parecen casi rutinarias; sabes que se van a salvar porque son los buenos pero siempre se tienen dudas sobre si se les va a acabar la suerte.

Mención aparte merece el tratamiento que hace de los personajes; simplemente no me los creo. Los secundarios me han parecido, en su mayoría, francamente mejorables y sin recorrido, incapaces de abrir tramas paralelas por si mismos.

Lucía no me ha acabado de convencer nunca, me parece que está metida con calzador simplemente para darle un toque morboso a la novela; aunque Manel Loureiro intente presentarla como una persona con mentalidad adulta y responsable no es más que una adolescente inmadura que hace que el protagonista se convierta en un vulgar “asaltacunas” sin escrúpulos.

Tampoco me gusta que Manel (el protagonista, no el autor) siga teniendo el mismo miedo a los zombis que en la primera novela. Pienso que después de todo lo vivido ya debería estar acostumbrado a reventar cabezas y a no depender de su endiablada suerte para sobrevivir.

Viktor es puro estereotipo, pero aun así es el que más me convence de los tres; impregnado hasta los tuétanos por el fatalismo eslavo, ha comprendido que solo es cuestión de tiempo que muera a manos de un zombi y eso hace que cada día sea para él como un regalo (vale, ya sé que estoy exagerando un poco pero lo hago para que me entendáis mejor); es alguien que no quiere estar donde le ha tocado estar, pero ya que está donde ahí va a intentar hacerlo lo mejor posible.

Entonces, si no es lo suyo ¿por qué darle tanto peso a las motivaciones de los personajes?. La respuesta es muy simple, con los zombis solo valen dos planteamientos, uno es la supervivencia y el otro es la reacción de las personas en situaciones extremas (solo tenéis que pensar en “The Walking Dead”, serie en la que los zombis solo son un elemento de attrezzo). En Apocalipsis Z se explotó el primer tema, así que en esta segunda parte tocaba centrarse en la vertiente psicológica de los supervivientes. El problema es doble, por un lado no lo hace nada bien y por otro me parece ridículo (rozando casi el mal gusto) que se recurra al tema de una guerra civil entre republicanos y monárquicos, casi como si retrocediésemos 75 años en el tiempo.

Valoración: Dos estrellas. Francamente, esperaba algo más.

Más libros de la serie:

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2 Comentarios

  1. Los tengo en casa esperando a ser leídos, a mi hermano le encantaron y a mí es un tema que me gusta bastante, a ver qué tal =)

    Besotes

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    1. Si te gusta la temática, prueba también con la trilogía de Los caminantes, de Carlos Sisí; a mi me está gustando casi más que Apocalipsis Z.

      Un saludo

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