La larga marcha

Autor: Richard Bachman (Stephen King)
Género: Ficción histórica
Publicado en: 1979
Título original: The Long Walk
Sinopsis: Una inquietante novela donde la realidad supera a la fantasía más terrorífica. El escenario: una sociedad que ha llevado al paroxismo sus rasgos más perversos, dominada por un estado policial. El acontecimiento: la más extraordinaria competición deportiva, una agotadora marcha a pie con unas reglas muy simples, no hay descansos, no se puede recibir ayuda externa y no se puede caminar a menos de cuatro millas por hora. Los competidores: cien adolescentes, elegidos por sorteo entre miles de candidatos voluntarios, y decididos a pasar sobre sus compañeros para llegar a la meta. El premio para el ganador: fama, fortuna y aquello que más desee. Solo uno será el triunfador. Los 99 restantes serán "descalificados".

Opinión:
Voy a empezar con dos palabras raras: ucronía distopica. Pero como decía Jack el Destripador: "Vayamos por partes".
Una ucronía, término que aparece en el diccionario de la Real Academia Española, presentaría una historia alternativa, una trama que transcurre en una sociedad generada a partir de un momento en el pasado en el que algún acontecimiento no sucedió como realmente sucedió.
También se conoce como ¿Y si ...?, por ejemplo, ¿y si los alemanes hubiesen ganado la Segunda Guerra Mundial?. Para desarrollar una buena ucronía es imprescindible que se conozca qué hecho histórico ha sido cambiado.

Distopía, término que no aparece en el diccionario de la RAE, se emplea como antónimo de utopía. Suele presentar una sociedad ficticia en la que imperan unos valores contrarios a los que nosotros consideramos que serían los que debería tener una sociedad ideal. Novelas en las que se presentan distopías son, por ejemplo, "Un mundo feliz" de Aldous Huxley, "1984" de George Orwell, "Fahrenheit 451" de Ray Bradbury, "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?" de Philip K. Dick y, más recientemente, "Los juegos del hambre" de Suzanne Collins.

Mientras la ucronía suele ir ligada a la narrativa histórica (ucronía+narrativa histórica=ficción histórica), la distopía suele ir ligada a la ciencia ficción.

Una vez aclarado volvamos al libro.

Cada año cien adolescentes (menores de dieciocho años) participan en el mayor acontecimiento deportivo de Estados Unidos, La larga marcha; cada año miles de adolescentes se presentan voluntarios para pasar las pruebas físicas y psicológicas previas y de entre aquellos que las superan se eligen, por riguroso sorteo, a los cien participantes.
El vencedor ganará fama, dinero (muchísimo dinero) y "El Premio" que no es más que la concesión de un deseo, el que se quiera siempre que sea posible concederlo. Los noventa y nueve participantes restantes recibirán "el pasaporte". Las reglas de la competición son bastante simples:
  1. Hay que andar. No se para, no se descansa, no se duerme, solo se anda.
  2. La velocidad a la que se anda no puede ser inferior a 6,5 Km/h (4 millas por hora).
  3. No existe ninguna excusa para marchar a menos de 6,5 Km/h.
  4. Si la velocidad baja de los 6,5 Km/h durante 30 segundos se recibe un aviso.
  5. Cuando un marchador tiene avisos, por cada hora que marche sin recibir otro aviso se le borra uno de los que tiene.
  6. Si después de tres avisos, la velocidad vuelve a bajar de los 6,5 Km/h durante 30 segundos se recibe "el pasaporte".
  7. Si algún marchador se sale de la carretera recibe "el pasaporte"
  8. Si algún marchador agrede a alguno de los "jueces" recibe "el pasaporte"
  9. La competición no tiene límite de tiempo ni de kilómetros. Cuando 99 marchadores han recibido "el pasaporte" el marchador que queda es el ganador.
  10. Donde pone "jueces" debería poner "soldados que controlan el desarrollo de la marcha" y donde pone "el pasaporte" debería poner "cuatro tiros en la cabeza".
La acción trascurre en lo que podría ser los Estados Unidos en la década de 1960 o 1970, pero en realidad "La larga marcha" es una ucronía. Aunque no se sepa a ciencia cierta cuál es el hecho histórico que ha cambiado, Stephen King va dejando pistas de ello a lo largo de la novela. Yo he sido capaz de encontrar dos, aunque supongo que cualquier conocedor de la historia cotidiana de los Estados Unidos podrá descubrir alguna más.
La primera es la mención a las incursiones aéreas alemanas sobre Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, cosa que no ha sucedido nunca:
Las luces llenabas el cielo con un fulgor pastel como una burbuja que resultaba atemorizador y apocalíptico, y que a Garraty le recordaba las ilustraciones que había visto en los libros de historia sobre sobre las incursiones aéreas alemanas en la costa Este norteamericana durante los últimos días de la Segunda Guerra Mundial.
La segunda es la referencia a una guerra que se libró en 1953. Estados Unidos participó ese año en la Guerra de Corea, pero que yo sepa, por aquel entonces no había bases nucleares en Corea del norte:
Los vítores atronaban el espacio. Una gran traca trazó con llamas en el aire el rostro del Comandante y, aturdido, Garraty pensó en la imagen de Dios. A ello siguió el perfil del gobernador Provo, de New Hampshire, un hombre famosos por haber irrumpido en una base nuclear enemiga prácticamente solo, en 1953. En aquella ocasión había perdido una pierna a causa de las radiaciones.
Cuando leo una novela en la que la sociedad "actual" aclama la muerte de sus hijos en una competición deportiva convertida en espectáculo de masas espero, al menos, saber qué ha llevado a crear esa sociedad. Desgraciadamente eso es algo que no ocurre en esta novela.

Cuando leo una novela en la que, año tras año, miles de adolescentes se presentan voluntarios para participar en una competición en la que el 99% de ellos va a morir, me gusta saber qué les motiva a hacerlo, qué historias individuales hay detrás de las consignas sobre honor, fama y grandeza (llamadme cotilla si queréis). Desgraciadamente eso es algo que, salvo en un par de casos, no ocurre en esta novela.

Cuando leo una novela en la que un grupo de personas está sometida a una situación límite durante varios días consecutivos y el autor va describiendo la evolución de los distintos estados de ánimo de los protagonistas, no me gusta que el que alguien experimente ira, euforia, tristeza, desesperación, optimismo o compasión (por poner algunos ejemplos) parezca el resultado de tirar un dado. Desgraciadamente eso es algo que sí que ocurre en esta novela.

Para terminar, diré que lo mejor de todo el libro es el prólogo (al menos el que aparece en la edición en español de 1987) y únicamente porque Stephen King explica qué le llevó a publicar varias novelas (cinco hasta 1987 y dos más con posterioridad) bajo el pseudónimo de Richard Bachman.

Valoración: Siendo objetivos el libro se merecería dos estrellas, pero le pongo una menos porque me da rabia que se haya desaprovechado así una idea bastante buena.

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2 Comentarios

  1. Implacable, Chiquitín, implacable. Estoy bastante de acuerdo en la crítica. Te ha faltado mencionar que el final es lamentable -aunque previsible, pero uno sigue capítulo tras capítulo queriendo creer que algo asombroso saldrá de la chistera del mago- y también que algunos capítulos después hay cosas que te resultan monótonas. Aún así, disfruté mucho con algunas "intrahistorias" de la novela.

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  2. Pues no sabes lo mejor, la American Library Association incluyó, en el año 2000, La larga marcha entre los cien mejores libros para adolescentes publicados hasta la fecha.

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