Los crímenes del número primo

Autor:  Reyes Calderón
Género: Policíaco
Serie: Segundo libro de Juan Iturri y Lola MacHor
Publicado en: 2008
Sinopsis: La juez Lola MacHor está a punto de enfrentarse a la experiencia más terrible de su carrera: dos cuerpos con vestes clericales son encontrados en una remota ermita, brutalmente asesinados; los cadáveres aparecen rodeados por una importante cantidad de dinero y de un antiguo Lignum Crucis. Poco después, el arzobispo de Pamplona recibe en su palacio un extraño paquete: un dedo humano dentro de un pequeño ataúd.
A partir de estos hechos, obra sin duda de una mente calculadora y perversa, la juez inicia una investigación que la llevará a adentrarse en el corazón de las tinieblas. Con la colaboración de Juan Iturri, inspector de la Interpol y viejo amigo, y la inesperada ayuda del padre Chocarro, un antiguo matemático reconvertido en místico, empieza la búsqueda del asesino. Pero los crímenes no han hecho sino comenzar. Y pronto descubrirán que ellos mismos forman parte de un plan mucho más amplio, donde las voces del pasado resuenan con los ecos de la venganza, y sus propias vidas están en peligro. En una carrera contra el tiempo, sólo disponen de una pista para localizar al autor de los crímenes: un número primo.

Opinión:
Para ser sinceros, me esperaba otra cosa de este libro. Cuando el título de un libro habla de números y entre los personajes aparece un antiguo matemático, francamente, espero una historia en la que haya que desentrañar algún enigma matemático. Nada más lejos de la realidad. Hasta que no llegamos al libro tercero de la novela no nos encontramos la primera referencia a las matemáticas y es solo una cita bajo el título del tercer libro; se trata de la conjetura de Goldbach.
"Todo número par mayor que dos es la suma de dos números primos"
Cuando llegué a este punto pensé que por fin entraban las matemáticas en juego y que detrás del misterioso asesino habría una mente brillantemente retorcida que dejaba pistas en forma de problemas lógicos, mensajes cifrados o algo por el estilo (a estas alturas tampoco esperaba mucho más). Pero no, cualquier parecido con un enigma matemático queda reducido al título, a la mención de la conjetura de Goldbach y a una pequeña disertación filosófica sobre los números primos.

Pero dejemos a un lado mi pasión por la ciencia y volvamos a la novela.

Es un libro que se deja leer. La historia no está mal, aunque no podría clasificarla ni como apasionante ni como trepidante, consigue enganchar lo suficiente como para querer saber qué pasará en el próximo capítulo.
Los protagonistas no son los típicos que te puedes encontrar en una película de cine negro. La pareja formada por Iturri y MacHor se parece a los protagonistas de "El sueño eterno" en que él es tan solterón empedernido como Humphrey Bogart y ella tan pelirroja como Lauren Bacall. Juan iturri es inspector de la Interpol y Lola MacHor es juez de instrucción de Pamplona y madre de tres hijos; ambos están entrados en años, a ninguno se le puede considerar un sex-symbol y ambos tienen un pasado en común (si os interesa podéis leer "Las lágrimas de Hemingway").
La novela abunda en descripciones minuciosas, incluso excesivamente minuciosas e irrelevantes en algunas ocasiones, y está escrita con un estilo sencillo y sin demasiadas pretensiones, aunque en ocasiones a Reyes Calderón se le va la mano y nos cuela perlas como:
Las primeras luces asaltaban la noche con sus cimitarras blancas, pero en aquel paraje la fronda era especialmente espesa.
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Fermín Chocarro era un hombre físicamente rudo, como los sillares de la iglesia abacial, los antiguos capiteles, rústicos en motivo y trazo.
Francamente, aun estoy intentando averiguar a qué se refiere con las cimitarras blancas.

Lo peor llega al final, excesivamente precipitado para mi gusto y demasiado fruto del azar, se podría decir que encuentran una aguja en un pajar cuando se encuentran aun buscando el pajar en el que podría estar la aguja.

Valoración: Me puede el orgullo patrio así que le doy tres estrellas. Si el autor fuese nórdico o anglosajón, probablemente le habría dado dos.

Más libros de la serie:
Las lágrimas de Hemingway
Expediente Canaima
El último paciente del doctor Wilson






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1 Comentarios

  1. Me encanta la crítica que has hecho, Chiquitín. Pero ¡mi lista no para de crecer!

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